A vacunarse de la gripe “canina”
Como todos los años, por estas fechas, le tocaba a Kitty ponerse la vacuna de las Tos de las Perreras. Esta enfermedad respiratoria es muy contagiosa y afecta más a los perros en otoño e invierno, podemos prevenirla con la vacuna que existe pero debemos renovar su aplicación anualmente. La tos de las perreras puede presentarse con síntomas leves, sin fiebre y con poca tos por lo que no será necesario ningún tratamiento. En cambio, en otras ocasiones el perro tiene fiebre y flemas, además, de una persistente tos seca por lo que los veterinarios le recetarán antibióticos y jarabes. Si notas que tu perro se atraganta o si tiene arcadas acércate a tu veterinario por si acaso. También, recomiendan vacunar a los perros de esta enfermedad si van a exposiciones caninas o si se van a quedar en residencias caninas, en algunas de ellas no dejan alojarse a animales que no estén previamente vacunados de esta enfermedad.
La vacuna es muy fácil de poner ya que se inhala a través de la trufa.

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Otras veces ya hemos hablado de las vacunas en este blog y sí son necesarias pues previenen muchas, complicadas y costosas enfermedades. Las vacunas son obligatorias sobre todo si viajamos a otras comunidades autónomas o al extranjero. Las enfermedades de las que protegen son graves y contagiosas que no se pueden tratar o que pueden dejar secuelas muy graves en nuestros perros. Además cuando vamos a ponerle la vacuna, el veterinario explorará a nuestro perro: le tomará la temperatura, mirará los ojos, dientes, corazón… Le realizara un chequeo general para descartar cualquier patología que pueda estar sufriendo.
Las vacunas tienen efectos adversos pero son muy bajos en comparación a los beneficios en la protección contra las enfermedades.Tanto si le vamos poner a nuestro perro su primera vacuna como si es una vacunación anual, es aconsejable que las vacunas se administren por la mañana ya que sí ésta le produjese cualquier reacción, aunque no son frecuentes, tenemos todo el día para poder observar a nuestro perro y tratarle. Algunos perros sufren reacciones leves como letargo, un poco de fiebre y pérdida de apetito, otros, en cambio, presentan una pequeña hinchazón en el lugar de la inyección. Las reacciones anafilácticas a las vacunas para perros son muy raras.
Si tenéis dudas lo mejor es que consultéis todas ellas con vuestro veterinario.
Kisses,
Olalla