La importancia de llevar a nuestro perro a un buen veterinario
Muchas personas se preguntan cuántas veces al año deben llevar a su perro a un buen veterinario, lo cierto es que aunque se recomienda como mínimo llevarlo una vez al año, existen ciertas condiciones o circunstancias que requieren hacerlo con mayor frecuencia. Las revisiones periódicas de la salud de nuestro perro son de vital importancia para prevenir enfermedades y hacen posible la detección temprana de cualquier alteración de su salud. Normalmente, los perros cuando son cachorros o mayores es cuando más necesitan visitar al veterinario ya que durante ambas etapas la salud del animal suele ser más vulnerable. Los chequeos médicos en el cachorro se realizan para programar el calendario vacunal y completar todas las inoculaciones que necesita para fortalecer su sistema inmunitario y descartar cualquier problema congénito. Los perros adultos deber ir como mínimo una vez al año para realizarle un chequeo integral, para garantizar su bienestar e intentar prevenir cualquier problema grave de salud.
Una buena clínica veterinaria es Gous, en Pamplona, éstos nos recomiendan que es necesario hacerles un chequeo de salud a la vuelta de vacaciones, tanto si lo llevamos con nosotros como si lo dejamos en un hotel canino. Al regresar es necesario que comprobemos que todo anda bien con su comportamiento, su aspecto físico y su apetito, además de verificar que no tiene parásitos externos, gusanos intestinales o no le ha picado ningún mosquito flebótomo y ha contraído la leishmaniosis.
Yo, cuando llevo a Kitty a vacunar siempre su veterinario le realiza un chequeo integral. Éste comprende la revisión de oídos, ojos, salud bucal, piel, aparato genitourinario, sistema cardiovascular, pulmones, así como análisis de heces.
Hay mucha gente que no vacuna a su perro pues al igual que existe el movimiento anti-vacunas en niños, también existe el equivalente en animales de compañía. Desde este blog queremos dejar claro que es necesario desde que nuestro perro cachorro llevar un programa preventivo que incluya una alimentación adecuada a cada etapa de su vida, acudir al menos una vez al año a un buen veterinario y cumplir rigurosamente las vacunaciones y desparasitaciones. Gracias a los chequeos, el veterinario detectará a tiempo posibles trastornos y prescribirá los tratamientos oportunos.
Kisses,
Olalla