No más perros encadenados
Los perros son seres vivos que necesitan de nuestros cuidados, de nuestra atención, necesitan jugar e interactuar con nosotros y nuestro afecto. El perro es un animal sociable que desarrolla una intensa relación afectiva con el ser humano y con otros animales. Muchas personas encadenan a sus perros fuera de su hogar pues creen que ese es su sitio, para proteger su vivienda, porque se comportan mal dentro de casa, son demasiado grandes…
Los perros encadenados llevan una vida de penurias. Carecen de atención veterinaria, carecen de agua ya que se les vuelcan sus cuencos, sufren malnutrición, temperaturas extremas, no salen a dar una vuelta, están confinados en un espacio reducido, tienen mas enfermedades transmitidas y producidas por insectos, parásitos y bacterias… Todas esas carencias hacen que se generen emociones negativas que esto desembocan en conductas estereotipadas: agresividad, fobias y desordenes varios de la conducta.
En Portugal ha puesto en marcha la iniciativa Quebr’ a Corrente (romper la cadena). El objetivo es liberar a estos perros de sus cadenas, conseguir que sus dueños permitan que puedan estar sueltos una vez que los voluntarios de este movimiento logren vallar el espacio para que sea seguro y esté bien delimitado. Cuando los dueños no están dispuesto a ello, lo que buscan desde Quebr’ a Corrente, es lograr que las personas que tratan así a sus perros les permitan ser adoptados por quien sí pueda prestarles los cuidados que se merecen.
Las personas que conforman este movimiento intentan llegar a acuerdos con el propietario del perro mediante el diálogo y la educación. Además, para llevar a cabo sus acciones han recurrido al crowdfunding y comparten historias concretas de perros que esperan ser liberados.
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En la página web change.org, Lorena Fernandez Romero, recoge firmas para que se aplique la Ley de Bienestar Animal de Galicia, Ley 4/2017 de 3 de octubre (establece que está prohibido mantener a los animales de especie canina atados de forma permanente o limitarles los movimientos que son necesarios durante la mayor parte del día. Su incumplimiento tiene la consideración de infracción administrativa grave sancionada con multas de hasta 5.000 euros). Junto a la casa de Lorena viven tres perros encadenados, atados a una cadena que no les permite moverse libremente, ni tan siquiera para hacer sus necesidades fuera de un pequeño perímetro.
Tener a los perros encadenados está expresamente prohibido y se recoge en las normativas autonómicas pero son miles los perros que viven atados a cadenas sufriendo las penosas circunstancias que más arriba hemos descrito sobre todo, en el medio rural. Es necesario que desde las diferentes administraciones que tienen potestad para legislar, para inspeccionar y obligar al cumplimiento de la ley, se ponga fin a este tipo de maltrato animal.
Kisses,
Olalla