Nueva cuna
Le he comprado a Kitty una cuna nueva, la que tenía ya estaba muy estropeada pues la tenía desde que fuimos a buscarla cuando era un cachorrito. Por las noches, duerme conmigo en la cama pero durante el día se mete en ella. La otra era más pequeña, en cambio, en esta puede estar mucho más estirada. Lo malo ha sido que nos ha costado una semana que se metiera en ella, la olía y la daba con la pata. Le metíamos ropa nuestra y también su manta pero ni por esas.
Normalmente, las cunas o camas que usan durante que son cachorros no siempre serán la más adecuadas una vez que el perro haya crecido. Nosotros la compramos cuando fuimos a por Kitty y la compramos grande ya que a la hora de elegir la cuna se debe tener en cuenta el tamaño del perro de adulto y su forma de dormir. Además, el sitio elegido deberá ser una superficie acolchada y aislada del suelo para que ayudar a que el perro no pierda el calor corporal que necesita durante los meses más fríos del año. Hay una gran variedad de camas para perros, desde colchones y almohadones hasta sofisticados sofás. Las cunas pueden estar fabricadas en nailon u otros materiales, como la felpa. Los rellenos de espuma resistente al peso del animal conservan mejor el calor del perro, puesto que mantienen el cuerpo del animal (y por extensión los huesos) alejado del suelo.
Como veis, en esta cuna está mucho mejor pues puede estirarse. La hemos puesto en el mismo sitio que la otra aunque por las mañanas se la llevo a la habitación del ordenador. Ya le he decorado su sitio con la corona de Navidad que le regalaron en la peluquería.
Kisses,
Olalla
¡Hola Kitty y Olalla! Mis hermanitas y yo tenemos una cuna, pero a veces nos mudamos al mueble-espejo del baño o a la bañera, tirando una toalla dentro y echándonos encima.
Chocada de patas
Ferny
¡Qué revoltosos sois! Kitty ya está más dentro de su cuna, ya se ha acostumbrado. Te desamos una Feliz Navidad.
Besos