Otra vez
Kitty, al igual que la otra vez que tuvo el celo, tiene embarazo psicológico. Esto es es un fenómeno fisiológico que pueden sufrir algunas perras y consiste en la aparición de las mismas manifestaciones que podría presentar una hembra embarazada aunque sin estarlo.
Al tener este problema, las perras tienen una serie de cambios físicos:
• Hinchazón de las mamas.
• Producción de leche o líquido seroso.
• Abdomen abultado.
• Aumento de peso.
• Flujo vulvar.
Además, se comportarán de forma diferente. Estos son los principales cambios en el comportamiento:
• Nerviosismo, la perra parece no encontrar sosiego en ningún sitio.
• Alteraciones del apetito; desde simple inapetencia hasta alteraciones más graves como anorexia o bulimia.
• Gimoteo constante.
• Preparación maquinal del lugar del supuesto nacimiento.
• Instinto maternal exagerado; llevará hasta su cesto juguetes u objetos, los tratará como a sus propios cachorros mostrándose agresiva ante cualquier intrusión.
• Carácter inseguro, muy susceptible a mostrarse tanto agresiva como temerosa.
Esta vez no la llevado al veterinario pues ya sabía lo qué la ocurría,. Así mismo, ha querido salir más a la calle que la otra vez, ha estado más contenta y ha tenido más apetito. Le he dado lo que la otra vez me mandó el veterinario, las friegas con alcohol de romero por las mamas y la tortilla de perejil para comer. Escondía una perrita de goma que tiene y cada poco la cambiaba de sitio. Por las mañanas, lloraba más ya que buscaba por los rincones y debajo de los armarios a las crías.
¿Han tenido vuestras perras alguna vez embarazo psicológico?
Kisses,
Olalla