La terrible historia de Kokito, el perro que falleció por viajar en el compartimento superior del avión
Cuando nos planteamos realizar un viaje con nuestra mascota siempre pensamos cuál sera el mejor medio de transporte. En autobús no queremos viajar pues le tenemos que meter en el compartimento de las maletas, en el tren depende cuál sea el peso tendrá que ir en un lugar u otro. En el coche puede ir muy bien pero a veces no podemos realizar así el viaje pues sería demasiado largo, no conducimos… Así que creemos que en el avión podrá ir en su transportín entre nuestras piernas pagando su correspondiente billete y será rápido llegar a nuestro destino.
Eso pensaba Catalina Robledo que viajaba con su cachorro Kokito, su bebé de diez meses y su hija de 8 años en un vuelo de cuatro horas entre Houston y Nueva York. La azafata de la compañía de United Airlines obligó a Catalina a meter a Kokito en el compartimento superior antes de despegar, como si fuera una maleta o un bolso. La dueña se quejó pero a pesar de eso, la azafata exigió que el perro (metido en su transportín) debía ir arriba. Durante el despegue y durante los momentos de turbulencias se podían oír los gemidos del perro. Catalina no podía levantarse del asiento porque llevaba al bebé en brazos y había turbulencias.
Cuando el avión aterrizó ya no se oía nada, la dueña abrió el transportín, llamó al perro y este no respondió. La aerolínea le ha pedido disculpas y ha tratado el tema como “trágico accidente“. Además, ha anunciado la apertura de una investigación y ha devuelto el importe de los billetes a la familia que ha perdido a su perro, así como los 125 dólares que tuvieron que pagar por llevar al cachorro en la cabina.
El año pasado, 24 animales murieron al viajar en alguna línea aérea en EE.UU, 18 de ellos en United Airlines.
Este hecho es horrible. Aún nos queda mucho por avanzar en todo el mundo, los animales son seres vivos pero aún hay gente que los trata como un simple objeto. Esta azafata debería saber cuál es la normativa respecto a los animales de compañía que vuelan con sus familias. Esperemos que no vuelva a pasar un hecho tan terrible como este.
Kisses,
Olalla