Un buen ejemplo
Muchos animales lo pasan muy mal debido a los petardos, bengalas, fuegos artificiales que se tiran durante estas fechas. Los perros se ven perjudicados por los fuertes ruidos producidos por esta pirotecnia, ya que tienen un sistema auditivo ( cuatro veces más potente que el del ser humano). Por ello, algunos perros cuando están en la calle son capaces de salir huyendo por lo que estos días es mejor llevarles atados. Si están en casa y tienen miedo se les debe permitir que se escondan debajo de algún mueble o lugar donde se sienta seguro para evitar un sufrimiento aún mayor. Si vuestro perro está muy nervioso, jadeante y no para quieto, será necesario utilizar una medicación adecuada a fin de lograr tranquilizar al animal, por lo que deberéis consultar al veterinario y que le de un tranquilizante.
Estos días desde algunos ayuntamientos se ha pedido que se evite el lanzamiento de cohetes, petardos, bengalas… durante esta época. Por todo esto, en Vitoria solo se podrán dispara en un lapso de 15 minutos, entre las 00.00 y las 00.15 horas del día de Año Nuevo, con la intención de proteger a las mascotas y a muchos ciudadanos a quienes también les resulta igualmente molesto. En esos quince minutos se podrán tirar petardos, tracas, cohetes, bengalas… para celebrar la entrada del año 2015. Fuera de ese tiempo, los municipales podrán intervenir y aplicar la ordenanza contra el ruido y las vibraciones.
La Asociación Trato Ético Animal (ATEA) fue la primera que pidió prohibir lanzar esos petardos por el perjuicio que causan a los animales, les puede generar traumas, estrés y malestar. Este colectivo recibe numerosas quejas de “gente angustiada por el sufrimiento extremo que el lanzamiento masivo e indiscriminado de petardos genera en sus animales, particularmente en los perros”. Además, desde este colectivo cuentan que muchos de esos perros huyen despavoridos al percibir la explosión de los artefactos, son numerosos los perros que comienzan el año en centros de acogida tras extraviarse después de salir huyendo aterrorizados por el susto recibido, e incluso se han dado caso de atropellos y accidentes viales.
A Kitty no le dan miedo pero el otro día en la calle, tiraron un petardo cerca nuestro y se asustó, pegó un saltó y se metió entre las piernas de unos señores, la llevaba atada y en corto pero al asustarse les golpeó a los señores. Kitty pesa poco, los señores estaban parados pero se podían haber tropezado y caído por culpa del petardo.
Esperemos que muchos ayuntamientos sigan el ejemplo de Vitoria.
Kisses,
Olalla