Una perra maltratada comparece en su propio juicio
Un perra ha sido citada como testigo en el juicio por haber sido maltratada por su propio dueño. Este caso “único” ha tenido lugar en el Juzgado de lo Penal Número 1 de Santa Cruz de Tenerife. La decisión de la jueza de llamar a la perra a intervenir en el juicio, se ampara en el artículo 337 del Código Penal, que reconoce que un animal es un ser vivo, por lo que cabía su citación para comprobar su evolución tras el episodio de maltrato sufrido, con apoyo de la Fiscalía y el propio presidente de la Audiencia Provincial.
Los hechos que se juzgaron ocurrieron en 2012, cuando Sergio M.J. arrojó a la perra a un contenedor de basura confinada en una maleta rígida al creer que estaba muerta tras haber sido agredida por otros perros de su propiedad. Según el acusado, lo hizo inducido por su pareja. El perito forense, en su declaración en el juicio, aseguró que no cabía la posibilidad de darla por muerta. La perra se salvó de que el camión de recogida de basura la aplastara porque unos vecinos oyeron sus gruñidos dentro del contenedor y abrieron un agujero en la maleta para que pudiera sacar la cabeza. El momento más emotivo del juicio fue cuando la magistrada sorprendió a los asistentes al pedir que pasara “la testigo perjudicada, la perra Milagros“.
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Adriana Naranjo, presidenta del Albergue Comarcal Valle Colino, se hizo cargo de la perra. Consiguió que se recuperara de las heridas pues tenía el cuerpo lleno de mordeduras. Tras esto, fue adoptada por una familia. Su actual dueña la definió con una perra cariñosa y sumisa.
La fiscalía pide nueve meses de prisión y dos años de inhabilitación para trabajar con animales para el acusado y la acusación particular, Albergue Comarcal Valle Colino, eleva las penas a un año de cárcel y tres de inhabilitación.
Kisses,
Olalla