Vacunación anual de la rabia
La semana pasada llevé a Kitty a vacunar de la rabia. En España la vacuna antirrábica para perros es obligatoria por ley, excepto en Cataluña, País Vasco y Galicia. Aunque está prácticamente erradicada esta enfermedad, se recomienda la vacunación para proteger a los perros del posible contagio y posterior transmisión, debido al tráfico de animales, procedentes de zonas donde persiste la rabia.
Muchos de vosotros ya sabéis que la rabia es un enfermedad mortal. En España está erradicada, a excepción de Ceuta y Melilla. Los veterinarios la recomiendan pues los perros viajan a zonas donde la rabia no está erradicada y la pueden propagar. Hace dos años se produjo un caso de rabia en España (libre de ella desde el año 1978) de un perro que había estado durante un periodo de cuatro meses en Marruecos y, también, se produjeron dos casos en Europa (en Holanda y en Francia).

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Unas 60.000 personas al año mueren a causa de esta enfermedad, la mayor parte de estas muertes se producen en África y Asia. Los únicos lugares del mundo en que no existe el virus de la rabia son Australia, las islas británicas y la Antártida. Los animales silvestres como los murciélagos, mapaches, zorrillos y zorros pueden ser portadores del virus de la rabia y pueden transmitirla a los animales domésticos o al hombre. En países afectados por la rabia, los perros son temidos y despreciados, unos 20 millones de perros son sacrificados cada año para intentar mantener a raya esta enfermedad.
El movimiento antivacunas, también, ha llegado a las mascotas. En España, la población antivacunas es mínima, pero el auge de la tendencia en países como Estados Unidos, Australia y Reino Unido es preocupante y puede impulsar el auge de enfermedades. Hace un tiempo, se propagó una noticia falsa sobre que las vacunas provocaban “autismo perruno“. Esto no sólo no tiene ninguna relación con las vacunas, sino que ni siquiera se conoce que exista esta enfermedad en esta especie animal.
El temor a los efectos secundarios de las vacunas ha llevado a la Asociación de Veterinarios Británicos a emitir un documento sobre el asunto, aclarando que no hay evidencia científica que demuestre que los perros pueden desarrollar autismo. Y menos aún hay evidencia de que una vacuna pueda causarlo. Las vacunas tienen efectos adversos pero son muy bajos en comparación a los beneficios en la protección contra las enfermedades.
El no vacunar a los perros puede aumentar el riesgo de que reaparezcan brotes de enfermedades que ya están controladas. Todas las dudas que tengáis sobre los efectos adversos de las vacunas, comentarlas con vuestro veterinario.
Kisses,
Olalla